En la inmensa mayoría
de los casos, la causa de la cirugía será el dolor. Solamente en deformidades
estéticamente muy problemáticas, progresivas o juveniles la cirugía puede
plantearse.
Los Juanetes o HAV,
no son sólo una alteración estética que produce un bulto en el perfil del pie,
sino que se trata de una alteración
funcional, esto es de la función
y efectividad del pie.
La articulación del primer
dedo, con el tiempo se ha ido desviando. Esta desviación provoca problemas a distintos niveles, tanto en la misma articulación, produciendo
una artrosis y una disminución del movimiento del dedo gordo,
como en el resto del pie, provocando sobrecargas
de otras estructuras que nos llevan a callos en la planta
del pie, dedos desviados en martillo o en garra, dolor en los tobillos, alteraciones en las
rodillas e incluso afectación de la
espalda.
Sólo una correcta realineación de la articulación podrá
recuperar estas alteraciones y evitar mayores problemas a largo plazo.
Una mala cirugía, suele
eliminar exlusivamente el bulto lateral. En nuestro caso realizamos una cirugía reparadora, capaz de recuperar la alineación y la movilidad
de la articulación.
No; solamente
hay que valorar si no hay ninguna opción terapéutica alternativa que pueda
evitar la cirugía.
No, en ningún caso. Es
totalmente contraindicado. Cuánto más
tiempo pasa mayores y más nombrosas son las consecuencias en cadena que nos provoca el hecho de tener un juanete. A la larga la articulación
se desgasta y se vuelve artrósica y el resto de estructuras del pie también se
resienten y llegan a deformarse,
junto con toda la cascada de ateraciones biomecanicas asociadas que apareceran.
Por ello es conveniente realinear la articulación lo antes posible, incluso si no hay dolor.
El hecho de esperar a que
"ya no se pueda más" puede responder a una falta de expectativas de
buenos resultados por parte de quien hace la cirugía.
La cirugía no
es dolorosa en absoluto; no se debe realizar con antestesia local sino regional
y por un Médico Anestesista. Durante el postoperatorio es cuando puede aparecer
dolor, pero en manos de médicos especialistas en Traumatología y Cirugía
Ortopédica, esto se controla con medicación sin problema.
No. Una buena
cirugía, cuidadosa, accediendo sin dañar los tejidos internos, con un
buen tratamiento personalizado antiinflamatorio y analgésico postquirúrgico no es dolorosa. Nuestra experiencia es
que los pacientes no se aquejan prácticamente de dolor, y en todo caso si este
aparece, es sólo durante las primeras 24 horas y se puede controlar con un buen
analgésico.
Durante
el acto quirúrgico el paciente está anestesiado localmente o sedado, por
tanto tampoco siente dolor.
Depende mucho
del tipo de cirugía que se requiera. Esto no debe preocuparle; lo realmente
importante es realizar la técnica adecuada en cada caso y solucionar su
problema correctamente.
Una técnica incompleta
de recuperación rápida, pero que no solucione realmente su problema le puede
costar recaídas y complicaciones posteriores mucho más desagradables.
Dicho esto, la
recuperación no se debe esperar completa hasta pasados 2 o 3 meses, aunque
usted estará caminando con normalidad a los pocos días, y haciendo vida normal
a las dos o tres semanas.
La recuperación de la cirugía del juanete requiere de aproximadamente unas 3 semanas de reposo relativo.
El paciente no queda
ingresado, ni tiene que hacer cama. Se puede andar desde el primer momento con
precaución y sin excederse ni en distancia ni en tiempo, para cada paciente se
establece un calendario y programa de recuperación personalizado. El paciente
deberá vigilar de no cargar en exceso la zona operada durante unos días.
Destacar que no hay ninguna técnica quirúrgica
capaz de reducir el tiempo de
recuperación. Tras una correcta realineación del juanete las 3 semanas
de reposo relativo son prácticamente seguro necesarias e importantes
para una correccción garantizada.
Si en una semana ya se da el alta, quiere decir que o no se ha hecho una buena
realineación y sólo se ha incidido estéticamente en el bulto lateral, o bien existe el peligro de que no se
consigan los resultados esperados.
En ocasiones
se puede beneficiar de una plantilla después de operarse de juanetes; no
obstante, no será por el juanete ni por la cirugía, sino porque su pie funcione
biomecánicamente mejor con ella.
La cirugía
del juanete incide únicamente en la articulación del dedo y la coloca en
su sitio. Si existen otros problemas biomecánicos a nivel de tobillo, planta
del pie, dedos ... se intentarán reconocer préviamente para recomendarle al
paciente posibles soluciones.
“Láser” es un
término mal utilizado. No existe. Es como se ha llamado erróneamente a la
cirugía percutánea.
La cirugía
percutánea tiene algunas indicaciones muy concretas. Pero la gran mayoría de
los pies NO DEBEN OPERARSE POR PERCUTÁNEA, SINO POR CIRUGÍA ABIERTA. Si le
proponen una cirugía percutánea, asegúrese de que lo hace un Traumatólogo
especialista en cirugía ortopédica del pie, y que domine también las técnicas
de cirugía abierta.
Esta es la
forma de no terminar operado con percutánea necesitando en realidad una cirugía
abierta.
No
es mejor ni peor. Desde nuestro punto de
vista lo importante es garantizar unos
grados concretos de corrección, y para eso hay que valorar en cada caso
la mejor forma de conseguirlo.
En nuestro centro tenemos
profesionales especializados en los dos tipos de cirugía y valoramos cada
paciente para indicarle la mejor.
La mal llamada cirugía laser (el laser no interviene
en ningún momento en estas intervenciones), es un tipo de cirugía percutánea, o sea, a través de la piel, con la que se hacen
una serie de cortes en los huesos, mediante fresas metálicas que lijan,
desbastan el hueso y lo cortan. Se hace
sin apenas apertura de la piel y por tanto el campo quirúrgico no está a la vista. No permite fijar
los huesos.
La cirugía abierta permite
en los casos que sea necesario:
·Un campo de visión ámplio y limpio con el que podemos
ver directamente las zonas que precisan
modificación y cómo la realizamos.
·La cirugía
abierta nos permite utilizar un
aparataje de microcirugía muy preciso que nos guía a la hora de manipular
los huesos de la articulación, modificarlos los grados calculados matemáticamente que habíamos previsto y dejarlos en su
sitio.
·Además podemos
dejar fijadas, mediante grapas,
placas o tornillos, las precisas
modificaciones que hacemos en los huesos.
Debemos destacar que no es cierto, (y estudios publicados
lo demuestran) que la cirugía percutánea provoque menos inflamación, menos dolor y menos tiempo de recuperación que la cirugia abierta, por lo tanto,
estas no deben ser las razones por elegir una opción u otra.
En condiciones
normales, pasado un tiempo, podrá utilizar cualquier calzado.
Normalmente durante las primeras 3 semanas se
utiliza un calzado postquiúrgico
que le proporcionamos nosotros, para que pueda andar de la mejor forma posible
sin alterar ningún elemento de la cirugía. Después se empieza por un calzado ancho normalmente deportivo y
la 4 ª semana ya se puede calzar normal.
Si la
indicación de la técnica es la correcta SI, por supuesto.
Sí. Con nuestro tipo de cirugía la corrección
es definitiva. Es importante pero tener tanbién en cuenta y descubrir
otras posibles alteraciones que acompañan a la desviación del juanete para tratarlas y prevenirlas.
Si; si tiene
indicación de operarse, los problemas circulatorios no deben ser motivo de
suspender la cirugía.
En estos
casos, más que nunca, no lo dude; póngase en manos de médicos especialistas en
traumatología y cirugía ortopédica para un manejo médico correcto. No se opere
en cualquier sitio.
La mala circulación en las
piernas no impide poder operar
los Juanetes. En caso de que así ocurra,
en nuestra clínica hacemos sistemáticamente un control, con el especialista de medicina vascular, y tomamos las
medidas intraquiúrgicas necesarias, así como las indicaciones postquirurgicas: medicación, ejercicios ... para
disminuir al máximo los posibles riesgos.
No hay límite
de edad para operar un juanete; si está usted con dolor, no debe aguantarlo. No
dude en consultar su caso.
No
hay límites de edad si la cirugía está bien
indicada y el estado general del paciente no presenta alteraciones
incompatibles con este tipo de cirugía.
Dependiendo
del tipo de cirugía que necesite, tendrá o no que ser baja laboral; en la
mayoría de los casos, aproximadamente debe contar con estar 10 o 15 días sin
realizar un trabajo tranquilo, y al menos 3 o 4 semanas, para trabajos que
exijan caminar o permanecer de pie sin poder mantener el pie elevado y dándole
cuidados.
Si. Una buena cirugía del juanete requiere
de una inactividad laboral. Dependiendo del tipo de trabajo podrá
reiniciar con más o menos tiempo.
Debe contar
con al menos dos a cuatro semanas sin conducir.
Normalmente se puede conducir a las 4-5 semanas de
la intervención.
En algunas
técnicas, la mayoría de ellas SI. Y no lo dude, lo más importante es elegir la
técnica adecuada. Si su pie necesita una corrección y para conseguirla hay que
utilizar algún material de osteosíntesis, como lo puede ser un tornillo, no
debe tener ningún temor a ello.
Si. La corrección y alineación de una articulación
requiere de una estabilidad importante durante las primeras semanas para que
quede fijado para siempre, en la posición exacta que hemos determinado. Por eso
es tan importante no se mueva aquello que hemos corregido. Nosotros siempre fijamos las correcciones.
Normalmente con tornillos de Titanio
de alta calidad (pureza) o tornillos
reabsorbibles que cuando ha pasado el tiempo de consolidación de los
huesos desaparecen.
Con la ayuda
de un zapato postquirúrgico, prácticamente en seguida, a las 24 horas de la
cirugía.
Sí. Después de la cirugía el
paciente sale caminando pero con precaución y con un vendaje, con
calzado especial que le limita algunos movimientos del pie.
La
recuperación post-cirugía no es imprescindible, pero si aconsejable.
En nuestro
centro tenemos establecido un protocolo postquirúrgico que incluye
fisioterapia, que ha mejorado nuestros resultados notablemente.
Nuestros
fisioterapeutas asisten a nuestras cirugías y están en estrecha colaboración
desde el primer momento con el equipo de cirujanos.
Si. Durante el seguimiento postquirúgico que realizamos en nuestra clínica, una Fisioterapeuta especialista en pie,
realiza tratamientos antiinflamatorios con ultrasonidos y masaje, y una
recuparació funcional de la movilidad de dicho pasiva y activa, indicando qué
tipo de ejercicio a realizar en cada momento de la recuperación
El seguimiento y control de los pacientes es exhaustivo y
preciso. Se hacen curas cada muy pocos días y se controla la evolución para
evitar recuperaciones lentas (que se producen a veces por no hacer un
seguimiento correcto).
El trato es privado
y personalizado, y 24 horas on-line con su cirujano. Para que usted nunca tenga
un momento de incertidumbre sobre su cirugía, antes, durante o después de ella.
En nuestra clínica el
seguimiento posquirúrgico tiene una duración de 3 meses durante los cuales está siempre en contacto directo con el
cirujano. Se hace un control semanal,
donde se analiza el proceso de cicatrización
de los huesos y la nueva conformación
del pie. Esto requiere de controles
radiológicos, fisioterápicos,
biomecánicos y vasculares que realizamos en nuestro
propio centro. Además el paciente tiene unos teléfonos de contacto 24h directo con el cirujano
Normalmente
será regional, de rodilla para abajo o de cintura para abajo. Ocasionalmente,
se puede plantear algún procedimiento con anestesia local, pero tenga cuidado;
esto puede estar ocultando una mala práctica.
Asegúrese de
que se opera en un hospital, con un equipo integrado por médicos en su totalidad
(anestesista y especialistas en cirugía ortopédica y traumatología). Solamente
de esta forma dispone de todas las garantías.
La
anestesia es local. Se pone a nivel de tobillo
y sólo se duerme el pie. Por eso no requiere de tiempo de recuperación después
de la intervención y el paciente puede irse inmediatamente hacia su domicilio.
La infiltración de la
anestesia puede provocar cierto dolor aunque con una buena técnica, cuidadosa y
pausada, conseguimos disminuir al máximo esta sensación.
Es una
pregunta frecuente. La cirugía del juanete, correctamente realizada no debe
interferir en esto; si los podía utilizar antes, seguramente los podrá seguir
utilizando después.
Quizá tarde
algo más de tiempo, (algunos meses), en tener los pies en condiciones y
totalmente recuperados para ponérselos, y algunos muy elevados resulten molestos. Pero
no debería haber problema para ello.
CLINICA "DKF"
Avda. Doctor Arce, 27 - 28002 Madrid
Que diferencia hay entre que te opere un traumatólogo o un podólogo?
ResponderEliminarHola, mira, las diferencias son muchas:
ResponderEliminar1 - El podólogo tiene una formación reglada de 4 años. Después de eso, puede haberse formado algo más o no, pero queda al "azar" de con quién te encuentres. El traumatólogo se forma de forma reglada durante 12 años (6 de carrera, un año de preparación del MIR y 5 años de especialidad en cirugía ortopédica y traumatología).
2 - El traumatólogo durante su formación como clínico, se familiariza con la patología y el funcionamiento de todo el cuerpo humano; conoce el resto de especialidades médicas y quirúrgicas y sabe cuándo son necesarias para complementar el tratamiento del enfermo. Es decir, tiene una visión amplia del cuerpo y de la enfermedad; una visión de Médico. El Podólogo no.
3 - En cuando a la cirugía propiamente dicha, la formación en cirugía general y el paso por las distintas especialidades quirúrgicas, aporta al cirujano muchísimos recursos útiles a la hora de afrontar cualquier cirugía y las complicaciones durante y después de la cirugía. (Por ejemplo, nociones de cirugía vascular, neurocirugía o cirugía general). El podólogo no tiene ningún contacto con esto, y solamente conoce los limitados procedimientos que maneja.
4 - Por último, y la cuestión más técnica, es que el ámbito de actuación del podólogo se limita a algunas cirugías del antepié, desde luego no todas (o no debería), y no le corresponde realizar cirugías en el mediopié ni en el tobillo. Esto supone que no dispone de todo el abanico de posibilidades quirúrgicas que HAY que tener para plantear la solución correcta a un pie.
El traumatólogo especializado en pie, tiene a su disposición TODAS las técnicas posibles, de forma que a la hora de plantear la solución, no estará obligado a elegir una por no poder manejar otras.
De esta forma, tienen que juntarse muchas casualidades para que la cirugía de pie hecha por un podólogo tenga todas las garantías: Tiene que ser un podólogo que se haya formado correctamente por su cuenta. Tiene que tener indicación de una técnica que el SI maneje (y que no necesite nada más) y haga la indicación correcta. Por último, más vale que no surjan complicaciones durante o después de la cirugía, porque tendrá muchos menos recursos para solucionarlas.
A todo esto habría que añadir el ambiente hospitalario y médico en el que los traumatólogos operan, mucho más reglado y con procedimientos y protocolos establecidos, en contraposición con las instalaciones en las que en ocasiones se realizan algunas cirugías podológicas.
Esto es una opinión libre, claro. Saludos.
Hola mi pregunta es en caso de tener fascitis plantar o espolon calcaneo a que especialista debo acudir ya que estoy en duda y necesito ir. Gracias
ResponderEliminar